El presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), Miguel Polo, ha manifestado su intención de enviar un mensaje de alerta a la población durante el Cecopi celebrado el 29 de octubre, coincidiendo con la trágica DANA que dejó 229 víctimas mortales. En su comparecencia como testigo ante la jueza que investiga la gestión de esa catástrofe, Polo ha señalado que en dicha reunión se abordó la incertidumbre existente respecto a la situación de la presa de Forata, aunque aseguró que en ningún momento se mencionó que iba a «colapsar».
Según su declaración, el organismo recibió un correo electrónico a las 16:23 horas citando al Cecopi para las 17:00 horas de manera tanto presencial como telemática. En el inicio de la reunión, se discutieron las inundaciones en Utiel y Polo tuvo que interrumpir esas intervenciones para hablar sobre la presa de Forata, aclarando que el jefe de área de explotación comentó que, para aquellos caudales, sería necesario declarar algún escenario de emergencia de la presa.
Polo ha revelado que durante esa reunión se generó una «pausa de desconexión» y, poco después de reiniciar la conexión, se dio cuenta de la presencia de la entonces consellera de Interior, Salomé Pradas. En ese momento, los asistentes manifestaron que no se iba a evacuar, y Polo se cuestionó el motivo detrás de esa afirmación, ya que él no había escuchado esa discusión previamente.
SITUACIÓN «TENSA» POR FALTA DE DECISIONES
Polo ha enfatizado que había una «incertidumbre» en torno a la presa de Forata y ha reiterado que «nunca se dijo que iba a colapsar». Agregó que durante la reunión se sentía la falta de decisiones, lo que contribuyó a una «situación tensa». Durante su testimonio, también mencionó que escuchó al subdirector de Emergencias, Jorge Suárez, reiterar que la ley le permitía tomar cualquier medida, ya que había dudas sobre si podría hacerlo.
En un momento dado, el jefe de explotación presentó un hidrograma de lectura y, tras analizar los datos, propuso enviar un mensaje a la población indicando que debían buscar refugio en los pisos superiores de sus viviendas. Se acordó enviar dos mensajes: uno específico para la zona afectada y otro para el resto de la población. Sin embargo, sobre las 18:00 horas ocurrió otra desconexión de la reunión.
Polo también explicó que en todas las presas hay personal de contacto y que en Forata este contacto era «permanente», creando una gran tensión entre el personal a causa del peligro que se presentaba. En sus comunicaciones telefónicas con varios alcaldes, subrayó que la información que proporcionaba estaba disponible para todos, dado que se encontraba en el Plan de Emergencia de inundaciones, el cual incluye la cartografía nacional, y asumía que Emergencias se encargaba de transmitir dicha información a los municipios.
BARRANCO DEL POYO
Alrededor de las 18:45 horas, alguien sin identificar informó sobre una situación crítica en el barranco del Poyo. Aunque era un caudal considerable, era coherente con lo que estaba ocurriendo en ese momento.
Tras las 19:00 horas, Emergencias volvió a conectar a los participantes en el Cecopi y se dieron cuenta de que el mensaje que se había acordado no se había enviado. Al darse cuenta de esto, Polo expresó su frustración preguntando: «¿Pero no habéis mandado el mensaje?». Posteriormente, la consellera leyó un mensaje que había redactado y consultó si les parecía adecuado. Polo, con el micrófono apagado, comentó que no le parecía correcto, pero insistió en que debía enviarse algo.
Al término de esa conexión, Polo recibió una llamada del secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, a quien explicó que en la reunión de Cecopi nadie estaba tomando decisiones. La falta de acción ante la situación de emergencia generó confusión y frustración entre los involucrados.