El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no acudirá el próximo martes 30 de septiembre a la sesión de control al Ejecutivo en el Senado, a pesar de las quejas del Partido Popular por sus reiteradas ausencias. En su lugar, responderá la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero.
Fuentes de Moncloa han confirmado la ausencia de Sánchez esta semana en la Cámara Baja, donde acumula más de 18 meses sin comparecer, a pesar de la queja formal elevada por el PP pidiéndole que asista. La portavoz del PP en el Senado, Alicia García, envió este viernes una carta a Sánchez criticando que no se haya sometido al control parlamentario, especialmente tras la reforma del reglamento que le obliga a presentarse y responder a las preguntas de la oposición al menos una vez al mes.
Desde Moncloa manifiestan que cumplirán su responsabilidad, según lo establecido en el Título V de la Constitución sobre las relaciones entre el Gobierno y las Cortes Generales. Se refieren específicamente al artículo 108, que señala que el Gobierno responde «solidariamente» en su gestión política ante el Parlamento. Argumentan que, al acudir la vicepresidenta primera y responder todas las preguntas de los senadores, se da por cumplida su obligación constitucional, a pesar de que el PP ha aprobado recientemente un nuevo reglamento que obliga al jefe del Ejecutivo a comparecer mensualmente.
El Gobierno lo ve inconstitucional
El Gobierno está en desacuerdo con la reciente reforma del reglamento, que afecta a varios artículos –el 133, del 160 al 166, 168 y 169–, aprobada por el PP utilizando su mayoría absoluta en el Senado, llegando incluso a presentar un recurso ante el Tribunal Constitucional a principios de septiembre. Sin embargo, el recurso, firmado por senadores socialistas, solo se dirige contra el artículo 133, que permite al Senado revisar el carácter de urgencia declarado por el Congreso de los Diputados o el Gobierno en los proyectos de ley.
Los socialistas consideran que se trata de una «invasión» de competencias del Congreso y del Ejecutivo; sin embargo, no impugnan el apartado específico que obliga a Sánchez a comparecer periódicamente.
No se siente bien tratado
En dos años de legislatura, Sánchez ha ido al Senado una sola vez, el 12 de marzo de 2024, y desde entonces ha justificado su ausencia con razones de agenda. En Moncloa ya han indicado que no se siente bien tratado por la mayoría absoluta del PP.
Ante esta situación, el PP decidió introducir cambios en la normativa interna para obligar a Sánchez a comparecer, aunque estos aún no han tenido efectividad. «Sánchez ha ido más veces a China que a someterse al control parlamentario», criticó la portavoz ‘popular’, resaltando los 18 meses sin pisar la Cámara de representación autonómica. «Ha hecho del incumplimiento y de la mentira su costumbre y de la ausencia de la rendición de cuentas su forma de gobernar», añadió.
En la carta dirigida al presidente, se expresa la preocupación por la aparente «desatención» de su «obligación fundamental» de comparecer mensualmente, recordando que «no es un favor» sino una «exigencia democrática». «Se trata de una medida que, lejos de ser una simple sugerencia, posee rango de ley y es de obligado cumplimiento para todos, comenzando por quien ostenta la más alta representación del Ejecutivo», se subraya en la misiva.