Recientemente, España ha decidido dar un paso firme hacia la sostenibilidad al optar por la energía termosolar. Este nuevo enfoque busca abordar los problemas de dependencia del petróleo y explorar la rentabilidad real de esta alternativa energética. ¿Es realmente una solución viable?
La clave de este prometedor proyecto se centra en una iniciativa llamada CSP 2.0, liderada por las empresas Protermosolar, Ciemat y Cener. En lugar de construir una sola torre de energía termosolar mega compleja, el enfoque ahora se basa en un sistema de varias torres más pequeñas que son más eficientes y económicas de construir.
Cada torre genera 30 MW, lo que simplifica considerablemente el diseño en comparación con construir un único rascacielos. Este nuevo sistema permite aprovechar los heliostatos, que son los espejos que capturan la luz solar, maximizando la energía solar disponible y aumentando la producción eléctrica de las plantas.
La clave para un sistema estable
Una de las grandes ventajas de la energía termosolar es su capacidad para aportar firmeza a la red eléctrica. A diferencia de energías como la eólica o fotovoltaica, que son intermitentes, las centrales termosolares tienen la capacidad de ser síncronas. Esto significa que no solo generan electricidad, sino que también ayudan a estabilizar la frecuencia y tensión de la red, un aspecto vital para prevenir apagones, como el que ocurrió recientemente.
El proyecto tiene la ambición de utilizar energía fotovoltaica durante el día y activar la energía termosolar por la noche, asegurando así un suministro constante y seguro las 24 horas del día. Esta combinación se presenta como una solución perfecta para la demanda energética actual.
España avanza hacia la transición energética
España cuenta con 49 plantas de energía solar térmica que, en su conjunto, producen 2.300 MW. Estas instalaciones han demostrado ser muy efectivas, ya que en 2024, el 25% de la electricidad generada se utilizó por la noche, cuando no hay luz solar.
No obstante, solo el 40% de esa energía puede ser almacenada, lo que evidencia un amplio margen de mejora. Por ello, el proyecto CSP 2.0 busca aumentar la capacidad de almacenamiento de las plantas y construir nuevas instalaciones que permitan avanzar hacia un modelo energético más eficiente.
A pesar de ser una iniciativa ambiciosa y arriesgada, representa una oportunidad significativa para que España lidere el camino hacia un futuro energético más sostenible y seguro. La energía termosolar es una tecnología comprobada y está lista para jugar un papel crucial en la transición energética del país. Con la finalidad de mantenerse a la vanguardia, España continúa mostrando su compromiso con un modelo energético renovable y eficiente.