En los últimos años, España ha registrado el mayor número de infecciones por el hongo resistente a los fármacos ‘Candidozyma auris’ (C. auris), con un total de 1.807 casos desde 2013 hasta 2023. Así lo ha advertido el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), el cual ha señalado que este hongo sigue propagándose rápidamente en los hospitales europeos, representando una grave amenaza para la salud pública y urgió a los países a implementar medidas inmediatas.
La última encuesta del ECDC revela un preocupante aumento en el número de casos de C. auris, así como una escalada de brotes y una continua transmisión local en varios países europeos. Este hongo, que se propaga generalmente en centros sanitarios, es notoriamente resistente a los antifúngicos y puede ocasionar infecciones severas en pacientes con condiciones críticas. Su capacidad para persistir en superficies y equipos médicos, además de propagarse entre pacientes, complica sobremanera su control.
Entre 2013 y 2023, los países de la Unión Europea y del Espacio Económico Europeo (UE/EEE) notificaron un total de 4.012 casos de infección por C. auris. Este número se incrementó significativamente, alcanzando los 1.346 casos solo en 2023, reportados por 18 países. En particular, España, Grecia, Italia, Rumanía y Alemania han sido los más afectados, acumulando la mayoría de los casos en la última década.
Recientemente, se han detectado brotes en Chipre, Francia y Alemania, mientras que las infecciones en Grecia, Italia, Rumanía y España han llegado a tal grado de propagación que ya no pueden distinguir brotes específicos. Varios de estos países han experimentado transmisión local sostenida en solo pocos años después de los primeros casos documentados, lo que destaca un periodo crítico para las intervenciones tempranas que buscan frenar su expansión.
Detección temprana y control coordinado
Según el jefe de la Sección de Resistencia a los Antimicrobianos e Infecciones Asociadas a la Atención Médica del ECDC, Diamantis Plachouras, «C. auris se ha propagado en tan solo unos años, desde casos aislados hasta una propagación generalizada en algunos países. Esto demuestra la rapidez con la que puede establecerse en los hospitales».
A pesar de la situación alarmante, Plachouras señala que aún es posible evitar una mayor transmisión generalizada siempre que se tomen medidas para promover la detección temprana y el control rápido y coordinado de las infecciones.
Algunos países han mostrado resultados positivos en la limitación de brotes de C. auris, pero muchos aún enfrentan carencias significativas. A pesar del aumento en el número de infecciones, el ECDC ha subrayado que solo 17 de los 36 países que participaron en la encuesta cuentan actualmente con un sistema nacional de vigilancia para este hongo.
Además, solo 15 países han desarrollado directrices nacionales específicas para la prevención y control de infecciones. Sin embargo, la capacidad de laboratorio es relativamente mejor, con 29 países ofreciendo acceso a un laboratorio de referencia o experto en micología y 23 que brindan pruebas de referencia para hospitales.
El ECDC concluye que «si bien el número de infecciones por C. auris está claramente en aumento, sin una vigilancia sistemática y una notificación obligatoria, es probable que no se revele la verdadera magnitud del problema».