El Ministerio de Transportes ha revelado que el coste del tren proyectado desde Bilbao ha aumentado de 2.400 a 3.900 millones de euros, lo que ha llevado a priorizar la conexión hasta Castro Urdiales en lugar de llegar a Santander. Este anuncio se produjo en la Mesa Ferroviaria celebrada en Santander el 17 de septiembre, donde Cantabria expresó su rechazo a la idea de construir el tren por tramos, temiendo que la obra quedara parada en Castro Urdiales.
En la reunión, el consejero de Fomento, Roberto Media, expresó que «ya no nos fiamos», enfatizando la ausencia de tres representantes del Gobierno central: el representante de Renfe, el comisionado para los planes de Cercanías de Asturias y Cantabria, y el comisionado para el Corredor Atlántico. Media calificó esta situación de «insólita» y destacó que era la primera vez que sucedía en este tipo de encuentros.
Fuentes de la Delegación del Gobierno en Cantabria informaron que el Ejecutivo central pidió cambiar la fecha de la Mesa porque «el presidente de Adif no podía venir». Sin embargo, Media argumentó que no ha sido citado a estas reuniones y que los ausentes habían confirmado su presencia antes de que se convocara el encuentro. A raíz de esta falta de asistencia, se ha programado una nueva reunión para el 7 de octubre con el comisionado para Cercanías en Santander.
En la Mesa de este miércoles, participaron otros actores clave, incluyendo representantes de los grupos parlamentarios (PP, PRC, PSOE y Vox), sindicatos, empresarios y organizaciones como la Universidad de Cantabria y COCEMFE. Según Media, hubo un rechazo unánime, excepto por el PSOE, ante la intención del Ministerio de dividir la obra del tren en tres tramos: Bilbao-Castro Urdiales, Castro-Laredo y Laredo-Santander. Los participantes temen que esto resulte en que la conexión quede paralizada en Castro Urdiales, sin que se ejecuten las fases restantes.
«No lo vamos a consentir», afirmó Media, subrayando que esta cuestión no genera dudas para Cantabria y que, hasta ahora, tampoco las generaba para el Partido Socialista. Además, el PRC anunció que recibió una contestación del Ministerio a una consulta, donde se indica que el presupuesto del proyecto ha aumentado y que, por rentabilidad, se ha decidido licitar la obra por tramos, priorizando el tramo más viable socioeconómicamente, que es el de Castro a Bilbao.
Media enfatizó que Cantabria no aceptará ser «engañada» ni recibir «migajas» del Ministerio. Recordó que en 2022, la entonces ministra Raquel Sánchez presentó un estudio de viabilidad para la conexión ferroviaria entre Santander y Bilbao, cuyo contenido aún no ha sido divulgado. Exigió que el Ministerio de Transportes someta este documento a información pública para su análisis, ya que hay desconfianza sobre la veracidad de la información proporcionada.
Cercanías
Por otro lado, Media reiteró su solicitud al presidente de Renfe para concertar una visita a la empresa que fabrica los nuevos trenes de Cercanías para Cantabria y Asturias, con el fin de confirmar su estado en relación a su llegada programada para el primer semestre de 2026. Ante las afirmaciones del PRC sobre la posible falta de cumplimiento de los plazos, el consejero defendió la postura de Renfe y del Gobierno, indicando que no tiene por qué dudar de las promesas oficiales.
Media manifestó que, si los nuevos trenes de Cercanías tienen que estar listos en el primer semestre de 2026, «ya tiene que haber muchos construidos». Rechazó que se repitan situaciones del pasado con antiguos convoyes. Al referirse a la postura del PRC, aseguró que le sorprendió la falta de transparencia en la revelación de las fuentes que indicaban que no se cumplirían los plazos, decía que sembrar miedos infundados no es correcto.
Uno de los representantes del PRC, el diputado Javier López Estrada, también hizo declaraciones, mostrando su desacuerdo con la idea de un tren que solo llegue hasta Castro Urdiales, lo cual atribuye a los «intereses del PNV y del País Vasco». López Estrada destacó que todos los cántabros necesitan una conexión ferroviaria que los vincule con Europa, lo cual requiere que el tren llegue hasta Santander.
Finalmente, el alcalde de Torrelavega lamentó no haber podido discutir con los representantes del Gobierno sobre el soterramiento ferroviario en su municipio, así como las quejas sobre ciertos horarios «desaparecidos» del Alvia, indicando que la ausencia de representantes del Estado en este encuentro fue un punto crítico.