El Teatre Lliure de Gràcia en Barcelona inicia su nueva temporada con ‘La Vie invisible’, una obra que explora la experiencia de Thierry Sabatier, un actor que perdió la vista tras un accidente de tráfico hace 40 años. Esta producción, dirigida por la francesa Lorraine de Sagazan, es un testimonio conmovedor que muestra no solo la pérdida de habilidad visual, sino también la forma en que las personas creen que perciben la realidad.
Detalle de la experiencia teatral
La obra se presentará del 28 de septiembre al 5 de octubre y es la primera bajo el enfoque de Ánima Lliure, un proyecto que promueve la diversidad en el teatro. Según el director del Lliure, Julio Manrique, este espectáculo busca cambiar la forma en que se percibe la inclusión y el acceso a la cultura.
De Sagazan, quien ha estado en contacto con Sabatier y otras personas invidentes, explica que el concepto de ‘La Vie invisible’ nació durante el confinamiento, al notar las «lagunas» en el entendimiento social hacia las personas sin un sentido. Esta obra tiene como objetivo cuestionar la percepción y explorar las formas en que la vista puede influir en nuestra interpretación del arte y de la vida misma.
Un enfoque inclusivo
Una de las características distintivas de ‘La Vie invisible’ es que las personas con discapacidad visual pueden disfrutar de la obra sin necesidad de herramientas especiales. La producción está diseñada para desafiar la comprensión convencional de la percepción, promoviendo la idea de que los diferentes sentidos pueden ofrecer experiencias únicas e igualitarias en el acceso al arte.
Thierry Sabatier compartió que su participación en la obra le permitió reflexionar sobre su visión anterior y cómo los recuerdos influyen en su percepción. Relata que incluso recuerda un espectáculo que vio con su madre que impactó su comprensión de las relaciones personales, añadiendo profundidad a su narración en ‘La Vie invisible’. Este proceso creativo muestra cómo la memoria y la realidad a menudo se entrelazan en la creación artística.
Reflexiones sobre la historia personal
De Sagazan subraya que la obra, aunque profundamente personal para Sabatier, también se convierte en un espejo de las experiencias que muchas personas enfrentan. Aporta un relato vibrante que mezcla misterio y emoción, abordando aspectos de su vida que, aunque difíciles, han sido fundamentales para la narrativa del espectáculo: «Es mi historia, pero no toda mi historia», afirma.
Finalmente, la directora ha implementado un sistema de navegación en escena que utiliza lenguaje braille en el suelo, creando un entorno donde los actores, incluidos Sabatier y sus compañeros, pueden interactuar de manera inclusiva y creativa. Esto refuerza el mensaje de que el arte es accesible y puede ser disfrutado por todos, independientemente de sus limitaciones físicas.