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¿Es posible pesar más de lo normal y, a pesar de ello, estar en buena forma física?

¿Es posible pesar más de lo normal y, a pesar de ello, estar en buena forma física?

Estudio sobre el IMC y la mortalidad

MADRID, 15 Sep. (EUROPA PRESS) – Es posible tener kilos de más pero estar «en forma», sugiere una nueva investigación del Universitario de Aarhus en Dinamarca. La misma fue presentada en la reunión anual de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD) en Viena, Austria, del 15 al 19 de septiembre.

Este estudio, que analizó a decenas de miles de personas en Dinamarca, encontró que aquellos con un Índice de Masa Corporal (IMC) en la categoría de sobrepeso, e incluso algunos de los que vivían con obesidad, no tenían más probabilidades de morir durante los cinco años de seguimiento que aquellos con un IMC de 22,5 a < 25,0 kg/m², que se sitúa en el extremo superior del rango de peso normal. Curiosamente, las personas con un IMC en la parte media e inferior del rango de peso normal (18,5 a < 22,5 kg/m²) también tenían mayor probabilidad de morir, al igual que aquellas con un IMC considerado de bajo peso.

Problemas de salud globales

«Tanto el bajo peso como la obesidad son importantes problemas de salud a nivel mundial», señala Sigrid Bjerge Gribsholt, del Centro de Diabetes Steno de Aarhus, quién dirigió la investigación. «La obesidad puede alterar el metabolismo, debilitar el sistema inmunitario y provocar enfermedades como la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y hasta 15 tipos de cáncer, mientras que el bajo peso se relaciona con la desnutrición, el debilitamiento del sistema inmunitario y las deficiencias nutricionales.»

Hallazgos contradictorios sobre el IMC

Existen hallazgos contradictorios sobre el rango de IMC vinculado a la menor mortalidad. Anteriormente se creía que el rango óptimo era de 20 a 25, pero podría estar aumentando con el tiempo gracias a los avances médicos y las mejoras en la salud general. Para aclarar este asunto, el doctor Gribsholt y el profesor Jens Meldgaard Bruun, también del Steno Diabetes Center Aarhus, utilizaron datos de salud para examinar la relación entre el IMC y la mortalidad en 85.761 individuos (81,4% mujeres, con una edad media inicial de 66,4 años).

Distribución de la mortalidad según IMC

El IMC mide la relación entre peso y altura, y un IMC de 18,5 a < 25 kg/m² se considera generalmente de peso normal. Un IMC de < 18,5 kg/m² se considera bajo peso, de 25 a < 30 kg/m² se considera sobrepeso y un IMC de 30 kg/m² se describe como obesidad.

El estudio indica que 7.555 (8%) de los participantes fallecieron durante el seguimiento. El análisis reveló que las personas con bajo peso tenían casi tres veces más probabilidades (2,73 veces) de fallecer que las personas con un IMC cercano al límite superior del rango saludable (22,5 a < 25,0 kg/m², la población de referencia). De manera similar, las personas con un IMC de 40 kg/m² y superior (clasificadas como obesas graves) tenían más del doble de probabilidades (2,1 veces) de haber muerto en comparación con la población de referencia.

Tasas de mortalidad en rangos saludables

A pesar de esto, también se encontraron tasas de mortalidad más altas para los IMC considerados saludables. Las personas con un IMC de 18,5 a < 20,0 kg/m², es decir, en el extremo inferior del rango de peso saludable, tuvieron el doble de probabilidades de morir que las de la población de referencia. Del mismo modo, aquellos con un IMC de 20,0 a < 22,5 kg/m², en el punto medio del rango de peso saludable, tuvieron un 27% más de probabilidades de morir que la población de referencia.

Por otro lado, las personas con un IMC en el rango de sobrepeso (25 a < 30 kg/m²) y aquellas en la parte inferior del rango de obesidad (30,0 a < 35,0 kg/m²) no mostraron mayores probabilidades de fallecer que las de la población de referencia, un fenómeno denominado "metabólicamente sano" o "gordo pero en forma".

Consideraciones finales sobre el IMC

Los individuos con un IMC de 35 a < 40,0 kg/m² presentaron un riesgo superior de muerte del 23%. Todos los resultados fueron ajustados por sexo, nivel de comorbilidad y nivel educativo. Se observó un patrón similar al analizar la relación entre el IMC y la obesidad en participantes de diversas edades, sexos y niveles educativos.

Los investigadores se sorprendieron al encontrar que el IMC no estaba asociado con una mayor mortalidad hasta un IMC de 35 kg/m² y que, incluso en el rango de 35 a < 40 kg/m², solo se atribuía un riesgo ligeramente mayor.

El doctor Gribsholt destaca: «Una posible razón de los resultados es la causalidad inversa: algunas personas pueden perder peso debido a una enfermedad subyacente. En esos casos, es la enfermedad, no el bajo peso en sí, la que incrementa el riesgo de muerte, lo que puede hacer que parezca que un IMC más alto ofrece protección. Dado que nuestros datos provienen de personas que se sometieron a exploraciones por razones de salud, no podemos descartar esto por completo. Asimismo, es posible que quienes con un IMC más alto vivan más tiempo (la mayoría de los participantes estudiados eran mayores) y posean ciertos rasgos protectores que influyan en los resultados. A pesar de esto, en línea con investigaciones anteriores, hallamos que las personas con bajo peso enfrentan un riesgo de muerte mucho mayor.»

Cualquiera que sea la explicación, el IMC no es el único indicador de que un individuo tiene niveles no saludables de grasa, matiza el profesor Bruun. También señala que «otros factores importantes incluyen la distribución de la grasa. La grasa visceral, que se almacena en la profundidad del abdomen, secreta compuestos que afectan negativamente la salud metabólica. Por ello, un individuo con un IMC de 35 y forma de manzana (con exceso de grasa alrededor del abdomen) puede tener diabetes tipo 2 o presión arterial alta, mientras que otro con el mismo IMC, pero con grasa distribuida en caderas, glúteos y muslos, puede no tener estos problemas.»

«Está claro que el tratamiento de la obesidad debe ser personalizado, considerando factores como la distribución de la grasa y la presencia de enfermedades, como la diabetes tipo 2, al establecer un peso objetivo», concluye el experto.

FUENTE

Por Redaccion

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