La jornada del viernes 26 de septiembre de 2025 fue la fecha del primer simulacro de riesgo volcánico en España, llevado a cabo en el municipio tinerfeño de Garachico. Este ejercicio es una iniciativa enmarcada en el programa europeo EU-Modex destinado a la protección ante emergencias, y su desarrollo ha generado un gran interés y conciencia entre la población local y los medios de comunicación.
Desarrollo del simulacro
El simulacro se inició con un aviso masivo a la población a través del sistema ES-Alert, que permitió la evacuación de más de 100 vecinos de la zona. A las 8:30 horas, una rueda de prensa comunicó la posibilidad de una «erupción volcánica en cuestión de horas», y la presidenta del Cabildo, Rosa Dávila, informó sobre la potencial afectación a los municipios cercanos: Garachico, El Tanque y Santiago del Teide.
Este ejercicio activó a más de 1.000 efectivos de seguridad y emergencia, incluyendo miembros de la Guardia Civil, Policía Nacional, Bomberos, Policía Local, agentes forestales y Cruz Roja. El simulacro es una oportunidad para poner a prueba los protocolos de actuación ante una emergencia volcánica, abarcando aspectos como evacuación, confinamiento, gestión de recursos y comunicación con la ciudadanía.
Expectativas y aprendizajes
Las voluntarias Érika y Lorena, quienes participaron en la recreación de incidentes, destacaron la importancia de este tipo de simulacros para tomar conciencia de los peligros asociados a emergencias volcánicas. Sin embargo, también señalaron la necesidad de un mayor despliegue de recursos para hacer el ejercicio más realista. A pesar de que la jornada transcurrió con normalidad, los voluntarios manifestaron la importancia de mejorar la coordinación y organización para futuros simulacros.
Primeros resultados
Eric Quintero, técnico de la unidad de emergencias de Cruz Roja Santa Cruz de Tenerife, señaló que tras el caos inicial de toda situación de emergencia, se logró recuperar el control y seguir con el trabajo previsto. Una hora después del inicio, 110 evacuados pasaron por las casetas de emergencia de Cruz Roja, que estaban preparadas para atender a un total estimado de 200 personas afectadas, ubicadas en Muelle Viejo mientras esperaban su traslado a un albergue provisional.
Se utilizaron 80 efectivos de Cruz Roja, que incluían psicólogos y personal sanitario, para atender adecuadamente a los evacuados. Quintero explicó que, dependiendo de las necesidades de cada persona, podían ser derivados a un psicólogo para que transmitiera tranquilidad, aunque en general se realizaba una entrevista rápida con información básica para una atención más eficiente.
Mejoras a futuro
Con respecto a los aspectos a mejorar para el futuro, se destacó la necesidad de una respuesta más rápida en situaciones de emergencia y la importancia de contar con más personal especializado. El simulacro también contempló la evacuación de animales; aunque no se utilizaron animales reales en esta ocasión, se llevaron a cabo múltiples gestiones para asegurar su bienestar.
Rubén García, de Involcan, enfatizó la importancia de la divulgación sobre fenómenos volcánicos, asegurando que el simulacro es una oportunidad para que la población entienda mejor cómo funcionan estos eventos. El objetivo final es concienciar a la población sobre su vinculación con el riesgo volcánico en su territorio, sin que ello signifique necesariamente la inminencia de una erupción.
En resumen, el simulacro de Garachico no solo ha sido un ejercicio crucial para la preparación ante emergencias eruptivas, sino que también ha servido como plataforma educativa para la comunidad, resaltando tanto los retos como los logros en el manejo de situaciones de riesgo volcánico.