El Lehendakari asegura que serán «la gota malaya» hasta lograr que esta cuestión esté en las mesas de negociación entre administraciones.
SANTA CRUZ DE TENERIFE, 12 Sep. (EUROPA PRESS) – Los presidentes de Euskadi y Canaria, Imanol Pradales y Fernando Clavijo, respectivamente, han coincidido este viernes en que ni el Estado ni la Unión Europea (UE) «han estado a la altura» en la gestión de la inmigración, por lo que mantienen viva su reivindicación de que se ponga en marcha un plan estructural para gestionar un fenómeno «que ha venido para quedarse».
En un foro organizado por la ‘Cadena Ser’, Pradales ha apuntado que van a ser como «la gota malaya» y van a «insistir» en que esta cuestión no solo esté en el debate mediático, sino en las mesas de negociación entre administraciones.
Ha explicado que Euskadi sigue demandando que se les reconozca el estatus de ‘frontera norte’ porque este verano, por ejemplo, con recursos propios, se tuvo que atender las necesidades de exiliados malienses que «dormían» en las calles de la comunidad autónoma.
Ahora, ha indicado, y gracias a «mucha presión política y gestiones se ha empezado a ordenar», pero hubo una «falta de compromiso inicial» del Gobierno central.
Por ello, ha indicado que las comunidades necesitan «nuevas capacidades» y aumentar sus competencias en materia migratoria y que desde las instituciones se trabaje con «calma» y con una actuación «honesta y ejemplar».
Ha detallado que cuando se produjo una «polémica» con Andalucía sobre si Euskadi no acogía a menores migrantes –les correspondían 731 y tienen casi 900– se podía actuar como hizo el presidente, Juan Manuel Moreno, «criticando y elevando la tensión» o trabajar advirtiendo de que tenía «información errónea».
«Lo que hicimos fue actuar», ha apuntado, de ahí que se reunieran las dos consejeras del ramo para coordinar políticas y así «no estar crispando a través de los medios».
FALTA DE ATENCIÓN
Clavijo ha apuntado que los canarios y los menores migrantes han «sufrido» la falta de atención y en ese contexto ha agradecido la «solidaridad» del Gobierno vasco, que fue un «soplo de esperanza», dado que en la Conferencia de Presidentes de Santander el «único documento» que se puso sobre la mesa en inmigración fue el de ambos ejecutivos.
Ha valorado que ya está en vigor la reforma de la ley de extranjería, si bien los menores salen «a cuentagotas» y no ha obviado que la «mala gestión», que ha sido reconocida por el propio Tribunal Supremo, «envalentona a los populistas y los que yo llamo matones de patio de colegio».