La presidenta del Govern, Marga Prohens, ha manifestado su preocupación por la postura del PSIB, al que ha calificado de «izquierda caviar». Según Prohens, esta tendencia se evidencia en su defensa del decrecimiento mientras disfrutan de vacaciones en ciudades como Londres, Atenas o Nueva York, al tiempo que critican al turismo que llena las islas.
Durante una reciente sesión, Prohens se refirió al portavoz socialista, Iago Negueruela, quien había cuestionado la falta de conversación sobre la saturación turística en Baleares, que se anticipa que reciba más de 19 millones de turistas este año. Prohens respondió irónicamente: «Ustedes no son turistas, ustedes viajan, ustedes levitan, ustedes no masifican».
Negueruela, por su parte, hizo énfasis en que, con la llegada de más de 19 millones de turistas en 2025, “ya no hay saturación, hay contención”, un concepto que el socialista describió como «el milagro de la señora Prohens», sugiriendo que el Govern está ignorando la realidad y los problemas relacionados con la sequía y el tráfico, evitando así tomar acciones concretas.
La presidenta defendió la aprobación del decreto de contención en un clima de críticas de la oposición y retó a la izquierda a reflexionar sobre su propio discurso, dado que su actitud se contradice con sus acciones de viajar a lugares donde no parece que estén contribuyendo a la masificación.
En otro tema relacionado, la portavoz de Vox, Manuela Cañadas, inquirió a Prohens sobre la evaluación de la temporada turística. La presidenta se mostró cauta, indicando que esperará al cierre de la temporada para realizar un balance completo, aunque sí apuntó hacia un cambio de tendencia que podría implicar una evolución en el discurso de la izquierda. “No podemos hacer récords cada año, pero ha quedado claro que nadie quiere decrecimiento”, afirmó Prohens.
Cañadas añadió que los descensos en la actividad y los ingresos se deben a los ataques de la izquierda al sector turístico. “La izquierda celebra los descensos. Odia a los turistas, pero no les molestan los miles de migrantes ilegales que se quedan, que no aportan riqueza y consumen nuestros recursos”, concluyó, subrayando la creciente tensión entre la orientación política y los desafíos económicos en Baleares.
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